Se acerca el fin de año y se vuelve casi una manda ver las tiendas tanto físicas como en línea retacadas de los descuentos más atractivos; unos compitiendo con otros por llamar la atención del consumidor ofreciendo descuentos que pueden ir hasta el 80%, 2x1 y en ocasiones hasta un sorprendente 4x1, sin mencionar los meses sin intereses y facilidades de pago. Si bien esto ya se ha vuelto una visión común para nosotros cuando arranca la temporada de descuentos con el ya famoso "Buen Fin", la realidad es que poco nos preguntamos acerca de estos descuentos, y si aprovecharlos nos hace consumidores conscientes o nos vuelve parte del problema.
Si bien todas las marcas, incluida la nuestra, tenemos como objetivo principal generar ventas para solventar el negocio y beneficiar a todos los que forman parte del proyecto (proveedores, manufactureros, empleados); la realidad es que a veces los descuentos terminan evidenciando el hecho de que en la cadena de producción y suministro hay grandes injusticias hacia todos los involucrados.
En una reunión de equipo que tuvimos recientemente para evaluar nuestra participación en los siguientes eventos de carácter comercial para activar la economía del país, nos surgió un interesante debate. Mientras reconocemos lo incentivante que es para un cliente potencial ver descuentos en nuestra tienda online, también debemos reconocer que nuestra marca se rige por una cadena de producción ética, en donde hay transparencia acerca de cada peso que forma parte del costo de una prenda y, por lo tanto, los descuentos conllevan mayor riesgo para las marcas como la nuestra.
Sabemos que no podemos competir con marcas de fast fashion que pueden rebajar sus precios de una manera alarmante y aún así recibir ganancias, pues el costo de manufactura es mínimo (lo cual da luz al problema de los salarios injustos y la materia prima barata y poco sustentable); sin embargo podemos adaptarnos de manera razonable para compensar al cliente y darle "lo que pide" en estas fechas para reactivar nuestro negocio.
Lo último que nos queda por resaltar en esta época es que, a pesar de que tan bien o mal hagan su labor las marcas, es responsabilidad tuya elegir en qué tipo de negocio invertirás. Apuesta siempre por ayudar a marcas locales y más aún si tienen la calidez de ser abiertas con su proceso de producción y los descuentos implican un esfuerzo para ellas.
¡A comprar de manera ética!
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