¿Sabías que la ropa que usas puede decir mucho más que como un statement de tendencias? El activismo en la moda surgió hace ya varias décadas con el propósito de exhibir aspectos de la sociedad con los que no se estaban conformes.
El activismo de moda se ha logrado con cualquier prenda de ropa con el fin de implementar cambios políticos y sociales. Busca llegar a los canales más influyentes de la sociedad y generar un impacto real que perdure y logre al cambio.
Su objetivo principal es juntar a muchas personas que estén dispuestas a utilizar su vestimenta y en conjunto hacerse escuchar. Este movimiento incluye la sensibilización y movilización cívica para cumplir con alguna meta en particular.
Si queremos explorar desde sus orígenes podemos encontrar varios símbolos que se han popularizado a nivel mundial y que surgieron por el activismo; el símbolo de paz es un ejemplo perfecto de esta situación, que surgió a raíz de la oposición a la guerra de Vietnam y de la mano del movimiento hippie, encargados de promover la paz y el amor en el mundo.
A través de las décadas y en todos los países, las personas han utilizado signos y estilos diferentes en su ropa para evidenciar la disconformidad con la situación política del país. Sus atuendos eran la forma de “luchar” contra un sistema que no los estaba escuchando.
Otro ejemplo notorio de activismo en la moda, y uno de los más importantes para el género femenino, fue la introducción de las minifaldas en la vestimenta femenina. Este fenómeno buscaba posicionar a las mujeres como seres independientes y darle voz a la liberación sexual, y hoy en día sigue siendo un símbolo que representa los derechos de la mujer.
La quema de sostenes en plazas públicas en la década de los 60s funcionó maravillas como otra manera de expresión para las mujeres. Las feministas han tomado este modismo como forma de protestar por sus derechos.
De hecho, en 1950 un grupo de mujeres empleó este método para protestar contra un concurso de belleza en Estados Unidos. A partir de ese momento se ha vuelto una manera icónica de llamar la atención y expresar las disconformidades para el grupo feminista.
Bajo el mismo concepto se comenzó a usar el color violeta en la ropa para unir a un grupo específico que lucha por una causa en común. Hoy en día han generado un impacto tan grande que son reconocidos en todos lados, por ejemplo, por las feministas.
Una tendencia que no deja de hacer ruido dentro de los activistas son las camisetas con eslogan. La gente las utilizan para plasmar una frase clave que se quede en la mente de las personas y que genere el impacto deseado.
En las campañas políticas o en protestas generalmente se fomenta a utilizar esta prenda para unificar un movimiento. Una t-shirt con una frase o slogan siempre le dará y unión a todos los que participen de un movimiento.
Podemos asegurar que la moda siempre ha cumplido el rol de dar una declaración política con sus diseños. Además de ofrecer distintos estilos funciona como una vía de expresión.
No sólo funciona para reclamar cosas sino que también es utilizada para apoyar causas, también presenta un abanico de posibilidades para los interesados en hacer pública su opinión acerca de algo.
El activismo puede tomar lugar en nuestra vida cotidiana y nuestros atuendos del día a día. Los símbolos, frases y slogans que llevamos en la vestimenta denotan gustos y opiniones. Aunque no exista una intencionalidad la ropa transmite mucho sobre nosotros y nuestros ideales. ¿Te atreves a manifestarte en contra o a favor de algún movimiento con tu vestimenta?
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