En nuestro viaje a través de la sustentabilidad y la búsqueda de los materiales y procesos óptimos que sean amigos del planeta, nos encontramos con una difícil decisión. Gran parte de las personas que adoptan medidas sustentables- y sobre todo que están muy bien informadas al respecto- tienen conocimiento de la gravedad del uso de los textiles sintéticos.
Para quienes no lo sepan, los textiles sintéticos como el poliéster, el nylon, el acrílico, el polipropeno y el elastano están elaborados con derivados del petróleo, que se conforman por lo que se conoce como los "microplásticos". Estas fibras textiles no sobrepasan los 5 mm de largo, y aunque parezca que son inofensivas la realidad es muy diferente.
Las microfibras de plástico que desprenden las prendas de tela sintética representan por sí solas un tercio de los microplásticos que llegan a dar al océano. Seguramente te estarás preguntando cómo llegan al océano estas micropartículas de plástico y realmente cuál es su impacto si son tan "insignificantes". Resulta que al lavar tus prendas estas van desprendiendo poco a poco microplásticos, tanto así que el lavado de prendas sintéticas resulta en un estimado de entre medio millón y un millón de toneladas anuales de microfibras en los mares.
Y el impacto que genera el desecho de estos microplásticos viene a afectarnos a nosotros mismos al final. Las fibras plásticas de los textiles sintéticos son tan diminutas que se han encontrado estos residuos dentro de zooplankton y otros microscópicos seres marinos; lo cual supone que de ahí para arriba todos en la cadena alimenticia terminaremos consumiéndolos. De hecho, se estima que en Europa un consumidor promedio de mariscos puede ingerir hasta 11,000 partículas de plástico al año.
Con todos estos datos, la existencia de estos microplásticos parece ser ilógica y la solución más "obvia" sería dejar de fabricarlos. Si bien en Eilean hacemos uso únicamente de textiles orgánicos, regenerados o rescatados; con el nacimiento de nuestra primer colección de lencería nos enfrentamos al gran dilema de usar un jersey regenerado.
Para poder entender a fondo nuestra decisión, es importante comprender que cualquier prenda interior que necesite ajustarse al cuerpo y ser lo suficientemente elástico para pasar por nuestras caderas y hombros debe contener en mayor o menor medida un polímero sintético. Lo que realmente diferencia nuestro jersey regenerado de cualquier textil sintético es que el nuestro está hecho con una tela que se compone de 50% algodón natural y 50% PET reciclado, por lo que podría decirse que los microplásticos que contiene ya existían anteriormente en otras prendas.
Estamos conscientes de que llevar una marca sustentable a veces es más complicado de lo que parece, debemos siempre pensar en el futuro y en el bien superior sin dejar de lado las tendencias ni la comodidad de nuestras clientas. También sabemos que, cuando se trata de lencería, existen sólo dos opciones: usar prendas que llevan microplásticos recién hechos o tratar de hacer un cambio y emplear textiles cuya materia prima forma parte del reciclaje y el reuso.
¡Recuerda que las pequeñas acciones suman más que las grandes intenciones! Así que, a menos que planees usar ropa interior de lino como en el siglo antepasado, usar lencería de jersey regenerado será tu mejor opción.
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